Subrogación de vientre, gestación por sustitución o alquiler de vientre son distintas denominaciones para nombrar la técnica de reproducción asistida en la cual una mujer presta su útero de forma voluntaria para engendrar un bebé de otra persona o pareja, y que después de dar a luz renuncia a la maternidad.

“Un acto de amor que va más allá de las posibilidades, y hace realidad el sueño de muchas parejas y personas.”

En Argentina la subrogación es posible

La subrogación es una práctica que no está regulada por el código civil, pero esto no la convierte en ilegal. Para el código civil, la madre es quien da a luz, y es por ello que implica un tema de la filiación del niño recién nacido. Para evitar esto, es recomendable obtener la autorización del juez antes de comenzar el tratamiento médico, a fin de evitar inconvenientes.

Muchas parejas viajan a diferentes países como EE.UU. o Ucrania porque desconocen que en Argentina lo podemos hacer a un precio muchísimo mas accesible, sin necesidad de viajar al exterior, ahorrando tiempo e imprevistos en otro país.

LOS PRIMEROS PASOS SON

1. Tener la indicación médica fundada para hacer una subrogación.

2. Conseguir a la mujer que va a subrogar haciéndole todas los test físicos y psicológicos para admitirla en el programa. Es requisito fundamental que ya haya sido madre de un niño.

3. Formar un consentimiento informado y libre entre todas las partes, para establecer quiénes tienen la voluntad procreacional y quién sólo está prestando su vientre para la gestación.

4. Presentar los documentos ante la justicia para que quede bien en claro quienes serán los padres y la voluntad de la subrogante. Para ello, la pareja debe contratar un abogado que realice el trámite.

5. Realizar el tratamiento de reproducción en el cual la pareja aporta los óvulos y espermatozoides para formar el embrión que será transferido al útero preparado previamente de la subrogante. La preparación es similar a un tratamiento de reproducción asistida, que dura aproximadamente 15 días.

ACLARACIONES

En el caso de parejas de mujeres, se necesitará un banco de semen.

En parejas de hombres u hombres individuales se necesitará una donante de óvulo que nunca podrá ser la subrogante.